1º Las mujeres tienen más pesadillas que los hombres. Y no solo
eso, los sueños desagradables de las féminas contienen más desgracias y
emociones negativas, además de involucrar en más ocasiones a miembros de la
familia y desarrollarse normalmente en espacios cerrados en lugar de al aire
libre.
2º Lo
que hueles mientras duermes afecta al contenido de tus sueños. Comparando los efectos de oler a rosas y respirar el hedor de
huevos podridos mientras dormimos, los investigadores comprobaron que el tono
emocional de los sueños es positivo en el primero de los casos y negativo
cuando el olor resulta desagradable.
3º El cerebro dormido se parece al cerebro despierto. Mientras sueñas, tu
cerebro se activa igual que cuando te suceden cosas mientras estás despierto.
Así se demostró tras medir la actividad de una serie de sujetos con
electroencefalografía mientras soñaban de manera guiada (sueños lúcidos). Las
neuroimágenes revelaron que soñar que hacemos un movimiento activa las mismas neuronas que ejecutar ese mismo movimiento despiertos.
4º Soñar borra el dolor. Cuando soñamos,
concretamente en la fase REM del sueño, las sustancias químicas generadoras de
estrés dejan de producirse y el cerebro procesa las experiencias emocionales
del día a la vez que suaviza los recuerdos negativos o dolorosos.
*La
información que aparece en ésta entrada está comprobada científicamente
mediante diversos estudios científicos que se han realizado.
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