En nuestra cultura lanzar los gases es una manifestación de
descortesía, a pesar de ser una manifestación orgánica perfectamente natural.
Los gases resultan de la fermentación de restos alimentarios
en el interior de los intestinos, de la gran cantidad de aire tragada junto con
la saliva y de los hábitos alimenticios personales.
La retención de los gases puede traer consecuencias severas
a las personas con divertículos (apéndices huecos y terminados en fondo de saco) en
el intestino grueso. Con el envejecimiento, los divertículos se agrandan y
aumentan de número, cada individuo con cincuenta años o más los poseen. Los divertículos, debido a un aumento en la presión dentro de los
intestinos que se presenta por la no eliminación de los gases, pueden romperse
y causar peritonitis, e incluso la
muerte, si no son tratados a tiempo.
Después de todo, está en juego la salud y por un poquito de olor no se va a morir nadie...
Fuente: http://www.abcdelasalud.net/
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