Si aún no lo sabías es el momento de comprobarlo: ponte la mano delante de la boca, sopla, el
aire es frío, y ahora echa tu aliento, el aire es caliente ¿por qué?
La parte superior del aparato respiratorio calienta y
humedece el aire que se dirige a los pulmones. Al soplar, el aire pasa más
rápidamente por esta zona que cuando echamos el aliento, por lo que apenas
tiene tiempo de calentarse. También entra en juego la percepción, el aire del soplido no
está más frío que el del ambiente, pero lo sentimos así porque pasa muy
rápidamente sobre la piel y favorece la transpiración. Mientras que el aliento,
se percibe más caliente que el aire ambiental porque se expulsa de forma más
lenta.
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